Miré mi reloj. Mediodía. Debía ir hasta Cambridge lo antes
posible. Tenía las tres palabras del mensaje: “London. Queen’s. Bridge.” Podía
ser una simple coincidencia irrelevante. Sin embargo sentía que estaba sobre la
pista correcta.
La acompañé hasta el frente cuadrangular, como ella me dijo que
se llamaba. Unos minutos después llegó su padre en un automóvil enorme y muy
nuevo.
-
Este hombre está investigando el asunto del mensaje
oculto de Darwin – dijo Danielle a su padre luego de saludarlo afectuosamente.
-
¿Y por qué lo busca aquí en Oxford? – El padre
de la jovencita se dirigió directamente a mí con curiosidad.
-
Porque no sabía que en Cambridge también había un
Queen’s College ni que aquel tenía un puente famoso. – procuré
justificarme.
-
La verdad no le comprendo. – Me miró
mejor. – Usted no es británico, ¿verdad?
-
No, papá, es argentino. – acotó
Danielle. – Pero no vino a reclamar nada,
solamente a buscar el mensaje de Darwin.
-
Creo que le hubiese sido más conveniente reclamar las
islas. – dijo sonriendo. – La probabilidad de éxito hubiese
sido muy superior a la de encontrar esa antigua nota. Porque las islas existen
pero acerca de ese papel hay un mar de dudas.
-
No pierdo nada con intentarlo – le
aseguré. – Ya hice miles de kilómetros tras
ese mensaje misterioso, y no voy a abandonar justo ahora. ¿Cómo hago para
llegar a Cambridge desde aquí?
-
¡Papá! ¿No podemos llevarlo en el automóvil? – le pidió
Danielle haciéndose la mimosa. – No está demasiado lejos y podré
pasar por lo de Jeannie a darle un beso. ¡Hace tanto que no la veo!
No tenía idea de quién podía ser esa Jeannie pero yo estaba
haciendo fuerza para que Danielle pudiera ir a saludarla ya mismo.
-
Está bien. – aceptó el hombre.
Una vez dentro del vehículo, Danielle se sentó junto a su padre
y yo me arrellané cómodamente en el amplio asiento trasero.
-
No quiero causarle ninguna molestia – me
disculpé.
-
De ningún modo. Será un placer. – replicó.
Era un hombre tan gentil que en ese momento le hubiese regalado
las Malvinas, las Orcadas y las Sándwich, aunque seguramente hoy lo estaría
lamentando en el alma.
De esta novela "Otro Génesis posible" aquí te estoy mostrando apenas una pequeña parte de uno de sus 28 capítulos. Es decir, algo así como una fotografía que permite ver un instante de un paseo pero que nunca podrá transmitir lo vivido y experimentado en todo ese paseo.
Por eso te sugiero que, tan pronto como puedas, consigas la novela completa y así puedas acompañarme en mi investigación, un poco de ficción con mucho de realidad, para encontrar respuestas a preguntas que siempre tú y yo nos formulamos acerca del origen del ser humano en este planeta Tierra.
¿Creación? ¿Evolución? ¿O qué?
Es muy sencillo. Me envías un email a danielgalatro@gmail.com o llenas y envías el pequeño formulario que encontrarás en la columna derecha de este blog, y a vuelta de correo recibirás la indicación de los pocos y sencillos pasos a seguir.
Estaré esperándote. No te arrepentirás.
Un saludo afectuoso
Prof. Daniel Aníbal Galatro