Laika fue la perra espacial soviética que se convirtió en el primer ser vivo terrestre en orbitar la Tierra. Lo hizo a bordo de la nave Sputnik 2, el 3 de noviembre de 1957, un mes después que el satélite Sputnik 1.
Laika (una perra callejera, originalmente llamada Kudryavka) fue sometida a entrenamiento con otros dos perros, y finalmente elegida como la tripulante.
Laika murió horas después del lanzamiento por sobrecalentamiento, que probablemente fue ocasionado por un fallo del sustentador de la central R-7, que formaba parte del sistema térmico de la nave, al separarse de la carga útil.
La verdadera causa y tiempo de su muerte no fue revelada sino hasta 2002.
El 11 de abril de 2008, las autoridades rusas develaron un pequeño monumento en su honor que fue construido cerca del centro de investigación militar en Moscú que preparó el vuelo de Laika al espacio.
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