El debate de la década - Origen y destino

¿Hay tanto interés en el debate entre el evolucionismo naturalista y el creacionismo literalista? En realidad, lo que realmente quiere saber el hombre es de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Juan Pablo II dijo algo, que resume el debate: la verdad no puede contradecir a la Verdad. La verdadera ciencia no puede contradecir a la Palabra de Dios (a lo sumo contradice una mala interpretación de ella). Y viceversa.

Así como hay exégesis errónea, también hay mala ciencia: la historia de la ciencia está repleta de estudios que falsificaron datos, asumieron hipótiesis erróneas y aseveraron cosas falsas. Y sigue pasando: cada año salen a la luz nuevos fiascos.

No hubo diálogo, en especial de la parte atea. Volvía una y otra vez con falsas acusasiones de anti-cientificismo de parte de los creyentes, cuando son los ateos los que imponen su creencia en una hipótesis de evolución por azar, sin permitir cuestionarla con evidencia. Justamente lo opuesto a lo que se necesita para formar un buen espíritu científico: la posibilidad de cuestionar o fundamentar una hipótesis con evidencia empírica... intolerancia de los "tolerantes".

La evidencia empírica no demuestra la evolución por azar, que sigue siendo una hipótesis... una historia para interpretar ciertos datos, menos válida que otras más racionales, ya que "nadie da lo que no tiene" y por lo tanto un organismo inferior no puede generar uno más complejo, con nuevas formas y funciones, máxime cuando hay una tendencia hacia mayor entropía: enfriamiento, descomposición y caos. Por eso, si hubo evolución, o intervinieron los ángeles o Dios directamente o ambos.

El problema de muchos protestantes y ateos es caer en argumentos puramente materialistas porque no tienen formación filosófica en la Metafísica de Aristóteles.

Por ejemplo, la mayoría de los protestantes toma el Génesis en forma literal, cuando ya en el siglo IV San Agustín mostró su significado metafísico, en sus Confesiones, y también en "Sobre el génesis (una refutación a los Maniqueos)" y "Sobre la interpretación literal del Génesis" y "Retractaciones".

El debate no debiera haber sido entre un ateo naturalista y un literalista, sino con un Católico bien formado.

La Palabra de Dios, es infalible: sin error, ya que fue inspirada por el Espíritu Santo hasta la última iota. Por ella, sabemos que la genealogía de Jesús llega hasta Adán y Eva. La genealogía celta (no bíblica) llega también a Adán. El ADN mitocondrial y del cromosoma Y demuestran que todos descendemos de una misma mujer y un mismo varón. Los místicos como Ana Catalina Emmerick o Luisa Piccarreta,vieron a Adán ca. del año 4000 antes de Cristo. La tasa de crecimiento de la población también remite a 4000 AC.

Sabemos que Noé y el diluvio no son una leyenda, no sólo porque la Palabra de Dios los trata como hechos históricos, sino porque lo vieron los místicos, porque casi todas las civilizaciones tienen relatos referentes a un diluvio universal (universal para los hombres, que pudieron haber estado concentrados en una zona bastante delimitada) y porque aparentemente el arca de Noé ya fue descubierta en el Ararat.

Para muchos no queda claro qué pasó antes de Adán. Es impresionante que se encuentren tejidos blandos de dinosaurios datados supuestamente hace millones de años o que falle totalmente la teoría del carbono 14 pasado el umbral de 6000 años atrás.

Hay que rezar para que Dios revele el misterio.

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