Luego de varios días de la explosión de Monte Grande, los vecinos que niegan la versión oficial del escape de gas, piden que se no se oculte la verdadera información, mientras tanto las tareas de reconstrucción siguen avanzando, publica Diario Crónica.
Después de la tragedia, el duro proceso de reconstrucción. A una semana de la explosión que convulsionó a la localidad de Monte Grande, las tareas de reacondicionamiento y refacción en las viviendas del barrio El Zaizar marchan a todo ritmo. Las reparaciones en las propiedades afectadas se intensifican, en especial para lograr reabrir el Centro de Atención Integral y la unidad sanitaria, fundamentales en la asistencia a las familias de la zona. Sin embargo, y más allá de los esfuerzos gubernamentales, los vecinos reniegan de la explicación oficial que indica que un escape de gas fue el causante de la tragedia y se quejan porque creen que les ocultan la verdad.
La hipótesis vecinal vincula la explosión con una “bola de luz”, un supuesto objeto proveniente del espacio, que cayó tras un haz resplandeciente que iluminó el cielo en la madrugada del lunes 26 de septiembre. A la coincidencia en sus testimonios, se suman además, las visitas de personal de la Fuerza Aérea y otros especialistas de distintos países ocurridas durante el fin de semana que abonan a su teoría. Es más: algunas versiones llegaron a indicar que, entre los que se aceraron a la calle Vernet al 3800, en Esteban Echeverría, también hubo una comisión especial enviada desde Estados Unidos por la NASA.
Lo cierto es que, al menos para los vecinos, la verdadera causa del estallido sigue siendo un misterio. En tanto, y luego de un trabajo intenso de los arquitectos, que revisaron los daños y evaluaron los costos, se pasó a hacer entrega de los materiales a los vecinos censados, previamente inscriptos en una lista de emergencia confeccionada por la Municipalidad de Esteban Echeverría. Al menos dos veces al día son asistidos por un gabinete psicológico.
Los damnificados que se presentan en el Centro de Atención Integral, utilizado como depósito mientras los chicos que asistían permanecen en otra dependencia municipal, son muchos más de los que estimaban las autoridades. Desde la secretaría de Políticas Sociales y Alimentarias precisaron que están trabajando con unas 600 familias.
Los empleados del municipio y aquellos que prestan servicios a través de las cooperativas Argentina Trabaja realizan la entrega de alimentos y colchones, se encargan de la reposición de vidrios, puertas y ventanas. Los camiones con ladrillos, chapas, membranas, bolsas de cemento y maderas descargan en los hogares desde las 7.30 hasta después de las 18.
La onda expansiva generó perjuicios en un radio de 200 metros. En tanto que los niños que concurrían al Centro de Atención Integral aún permanecen alojados en la Guardería Nº 2 de Monte Grande, a la espera de ser trasladados a una iglesia evangélica que cederá sus instalaciones hasta que el edificio original esté en condiciones. Desde la explosión, los 100 chicos de entre 2 y 12 años se encuentran contenidos por equipos de psicólogos y asistentes sociales asignados por el gobierno provincial y sin asistir a la Escuela Nº 56.
Por su parte, la Unidad Sanitaria Nº 10, ubicada junto al centro asistencial, tampoco retomó por completo sus actividades. Los médicos que atienden en un trailer especial de salud montado en la esquina de Vernet y Garreador no dan abasto con la cantidad de pacientes.
Publicado por http://www.diarioshow.com/notas/2011/10/05/69910-los-vecinos-insisten-que-no-fue-un-escape-de-gas.html
Enviado por Fernando Mengui
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