Ya en el siglo I, la Didajé, la Doctrina de los Apóstoles, cuenta que los verdaderos Cristianos, debieran ayunar los miércoles y viernes, rezando al menos un Padrenuestros tres veces al día:
“No ayunaréis juntamente con los hipócritas, que ayunan el segundo y el quinto día de la semana. Vosotros ayunaréis el día cuarto y el de la preparación. Tampoco hagáis vuestra oración como los hipócritas, sino, como lo mandó el Señor en el Evangelio, así oraréis:
Padre nuestro... Oraréis así tres veces al día.”
Nota: los hipócritas eran los fariseos (Lc 18,12)
Se ayuna los Miércoles por ser el día de la traición de Judas, en conmemoración de nuestra traición por pecar (no es casualidad que la cuaresma comience un miércoles de ceniza), y Viernes por la Pasión de Cristo en ese día. Para Dios, todo está pesado y medido.
Muchas órdenes religiosas ayunan los miércoles y viernes. La regla de las faustinas (dictadas por Jesús a Santa Faustina) decreta ayuno a pan y agua incluso los sábados, día de la Virgen. Otras órdenes estrictas como los mínimos ayunan los 365 días del año (pero incluyen pescado y verduras).
Hay decenas de citas sobre ayunos en el antiguo testamento, ya sea como penitencia por los pecados como, para evitar la automaldición del pecado o para agradar a Dios.
Fuente: iesvs.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario