Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca
f.larocca@codetel.net.do
Cada célula viva, aún la bacteria más simple, reboza con artefactos moleculares que despertarían la envidia en cualquier nano tecnólogo.
De cómo estas estructuras, de incesante manera, se movilizan dentro, y alrededor de toda célula, copiando moléculas genéticas, transportando nutrientes convirtiéndolos en energía, formando y reparando membranas celulares, transmitiendo mensajes químicos o eléctricos --- y más, aún desafía nuestro entendimiento.
Es algo maravilloso.
Virtualmente, es imposible imaginar cómo las maquinarias celulares que son constituidas por catalizadores, derivados de proteínas, llamadas enzimas, pudieron haberse formado espontáneamente, cuando la vida surgió de materia inerte, hace de ello, aproximadamente 3.7 billones de años.
Indudablemente, bajo las condiciones propiciatorias, algunos de los componentes de las proteínas --- los aminoácidos --- se constituyen fácilmente de sustancias químicas de composición simple, como lo demostraran Stanley L. Miller y Harold C. Urey de la Universidad de Chicago en sus experimentos en los 1950s.
Recomendamos la lectura completa de este trabajo en:
El origen de la vida en la Tierra.
http://www.monografias.com/cgi-bin/jump.cgi?ID=142726
No hay comentarios:
Publicar un comentario