3.800 millones de años de evolución biológica
Apuntes sobre un trabajo de JOSÉ APARICIO PÉREZ
en Las Provincias - Comunidad Valenciana, España
Hace 4.500 millones de años se formó la Tierra. 800 millones de años más tarde, hecha la luz, la tierra, el aire y el agua comenzó la gran aventura biológica aquí que culminó con la aparición, al "sexto día", de los seres humanos, hombres y mujeres, obra suprema de la Creación.
Decimos aquí porque cada vez, a medida que avanza nuestro conocimiento del Cosmos, se arraiga y extiende más la idea de que no estamos solos en el Universo e, incluso, en que no existe el uni-verso sino otros universos, lo que complica más la situación y da argumentos a los agnósticos recalcitrantes, si es que queda alguno tras los grandes avances de la ciencia y la investigación.
Las posiciones encontradas entre creacionistas y evolucionistas son, sin embargo, más aparentes y formales que esenciales.
Hace 200 años se publicó la obra de Darwin sobre la Evolución de las Especies, tratado de pura biología que se apoyaba mucho sobre geología. De nada hubiera servido recomendarle a Darwin que estudiara el Génesis, porque debía conocerlo a la perfección dada su juvenil orientación eclesiástica y, por lo tanto, sabía que contiene, perfectamente condensado, todo el proceso evolutivo que él esbozó y que la investigación posterior ha ido perfeccionando.
El proceso evolutivo se ha comparado a una cadena en la que cada eslabón es una fase de todo el largo proceso, fases perfectamente engarzadas. Cuando falta un eslabón la cadena se corta, se interrumpe, pero ahí insiste el estudio y la investigación y, más pronto o más tarde, el eslabón aparecerá y la cadena se completará.
El principio de selección natural es el que rige el proceso apoyado en la mutación, de tal manera que cuando aparece un carácter nuevo que facilita la adaptación se incorpora y se transmite.Los que aceptamos el antropocentrismo, el ser humano como medida de todas las cosas en el sentido de que sin la consciencia humana de la existencia del cosmos este no existe, existe en tanto en cuanto el ser humano lo percibe y lo incorpora a su consciencia dándole así acta de nacimiento, dicho esto como reinterpretación de Protágoras y con su permiso, y como culminación del proceso creacionista, con origen muy alejado en el tiempo en el que lo sitúan los marxistas que, por lo tanto, yerran en el proceso socioeconómico que afirman haberlo provocado, seguimos expectantes el largo terminal de la cadena que conduce a los seres humanos actuales, Homo Sapiens Sapiens.
Es una cadena a la que le faltan los eslabones iniciales y muchos de los intermedios, mientras que otros parecen pertenecer a un terminal distinto, oxidado y carcomido por la herrumbre por la falta de continuidad, a la línea Neandertal nos referimos.
Sin embargo, si Darwin resucitara y se pusiera, de nuevo, manos a la obra, sin duda que se dedicaría a la tarea de componer esta cadena, para lo cual se haría arqueólogo y antropólogo a la vez, o sumar su esfuerzo con la especialidad que no eligiera.
A medida que se profundiza en el gigantesco yacimiento se retrocede en el tiempo y nuevos eslabones, de mayor antigüedad, aparecen, el último ha sido datado en 1.300.00 años. ¿Cuál será el próximo?
El ADN de algunos de nuestros ancestros se ha buscado y encontrado, el Instituto Max Planck de Alemania investiga el genoma del Neandertal, otros centros también lo hacen. Nosotros, desde la SEAV de la Diputación de Valencia lo esperamos de nuestros neandertales de Oliva. Quizá aún podamos ver parte de la cadena evolutiva humana recompuesta y alguna incógnita despejada.
Darwin nos felicitará aquí o Allá.
Estamos rodeados de misterios. Aquí buscamos investigar y aclarar algunos de ellos.
Lo mejor!!!
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