CHARLES Darwin publicó sus obras "El origen de las especies" en 1859 y "El origen del hombre" en 1871, y estos acontecimientos marcaron un antes y un después en el mundo de las ciencias biológicas e incluso sociales y económicas, aunque ahora no vamos a entrar en el trasfondo ideológico y filosófico de la teoría de la selección natural.
Tengo que reconocer que soy un mero aficionado con grandes lagunas en el tema de la teoría de la evolución, quizás por eso no entiendo el tópico enfrentamiento de la teoría de la creación divina del universo con la teoría de la evolución de las especies.
Tenemos los relatos del Génesis de los que la judía y la cristiana extraen la conclusión de que Dios es el creador de todo el universo y, de manera especial, del hombre.
El Génesis no es un libro de historia de la ciencia ni una enciclopedia de biología. Es un relato que encierra una verdad de fe, que es que Dios es el creador del universo, pero no tiene ningún interés en decirnos que procesos físicos y químicos se dieron para componer lo que hoy llamamos el universo.
Por lo tanto, ya sea desde una postura de interpretación extremista y literal de la biblia o bien desde la postura de los que pretenden ridiculizarla como libro de ciencia para rechazar la idea de un Dios creador, las conclusiones a las que se llegan son irreconciliables con las posturas mantenidas por la teoría de la evolución de las especies.
Hay que reconocer la gran aportación que esta teoría ha hecho al mundo de la ciencia en casi todas sus disciplinas, pero en lo referente a quienes pretenden utilizarla como ariete contra la fe no creo, sin querer escandalizar a nadie, que esta teoría niegue la posibilidad de un Dios creador, inteligente y con un proyecto en el que el ser humano ocupa un lugar especial.
Si bien es verdad que, grosso modo, las condiciones ambientales y las pequeñas mutaciones van seleccionando cuales son los mejores ejemplares que continuarán la marcha de la especie, también es verdad que hay que explicar muchas cosas: por qué se producen esas mutaciones; por qué en igualdad de condiciones ambientales tan solo una especie, la humana, inicia un desarrollo cualitativamente mayor que el del resto de las especies; cual es el origen real de la vida y porqué sigue una línea tan bien dirigida de evolución, a pesar de las imperfecciones. ¿Casualidades?
Modestamente, el recurso a la casualidad en temas de ciencia es sospechoso de ser algo flojo, ¿no creen?
Ignacio López Román, párroco de Santo Domingo.
en El Almería - Almeria, España
Estamos rodeados de misterios. Aquí buscamos investigar y aclarar algunos de ellos.
Lo mejor!!!
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La verdad está muy por encima de nuestra opinión o parecer y no es cuestión de quién tiene la razón o no. Los animales tienen alma como nosotros, pero no el sentido de conciencia. Eso es exclusivamente del ser humano. ¿Desde qué momento llegamos a tener espíritu?. Los animales no tienen espíritu. Además el hombre siempre ha buscado creer en algo, adorar algo. ¿De dónde salió ese deseo?. Los animales no necesitan hacer eso, entre los animales no hay una conciencia de "religión" como entre nosotros. ¿De dónde salió esta idea?
ResponderEliminarLa explicación del origen del universo está en Génesis 1-2. Los científicos católicos lo habían olvidado, desde Newton (1729). Afortunadamente, desde hace unos pocos años, varios científicos católicos de todo el mundo han vuelto a creer en la literalidad de Gen 1-2. Estos científicos están agrupados en el "Kolbe Center for the Study of the Creation". Para más detalles consultar mi blog.
ResponderEliminarhttp://creacinseisdas.blogspot.com/